La principal función de cualquier proporcionador, es dosificar el líquido espumógeno en el porcentaje adecuado en función del propio tipo de espumógeno elegido y el producto objeto de protección. Los porcentajes de mezcla aplicados en la línea de agua, suelen oscilar entre el 1% y el 6%.

Existen distintos tipos de proporcionadores o dosificadores de espuma para los sistemas de protección contra incendios, ofreciendo estos un abanico de posibilidades tanto por sus capacidades y características técnicas de funcionamiento, como por el coste económico de los mismos, existiendo grandes diferencias a nivel de precio.

El proporcionador tipo venturimétrico es, posiblemente, el sistema más económico existente hoy en el mercado, no obstante hay que conocer muy bien sus características técnicas y limitaciones para aplicarlo adecuadamente a los sistemas contra incendios.

El funcionamiento básico de estos equipos consiste en provocar un estrechamiento en la línea de agua generando un aumento de la velocidad de paso en ese punto, lo cual hace disminuir la presión del fluido, aprovechando este fenómeno para que el equipo pueda ser capaz de succionar el líquido espumógeno e incorporarlo en la proporción adecuada a la línea de agua. Es lo que se conoce como “efecto venturi”.

Para un correcto funcionamiento de los proporcionadores veturimétricos, es necesario que entre la entrada y la salida del equipo se produzca como mínimo una pérdida de carga (perdida de presión) del 30%. Este es uno de los factores que deberemos tener muy en cuenta a la hora de escoger este sistema de dosificación. Realmente las pérdidas de presión estimadas en estos equipos para el diseño de los sistemas, se encuentran comprendidas entre el 35 y el 40% de la presión de entrada.

Otro aspecto sumamente importante es que estos equipos solo son válidos para un caudal fijo, es decir, el equipo se dimensiona, ajusta y calibra para un caudal determinado, siendo muy sensible a las diferencias de caudales y presiones que puedan producirse en la línea de agua.

Si la instalación se calcula en unas condiciones de funcionamiento y, la bomba o sistema de abastecimiento que lo alimenta está también alimentando a otras instalaciones, la entrada en funcionamiento de estas puede hacer que el sistema de espuma se vea obligada a trabajar en unas condiciones distintas a las de diseño, ya que en ese momento la instalación trabajará en otro punto de la curva de la bomba o abastecimiento, esto puede ser motivo suficiente para no poder garantizar un funcionamiento adecuado del conjunto del sistema de espuma, alterándose el caudal de diseño y presión de entrada en el proporcionador. Este efecto variar tanto el porcentaje de la mezcla como el tiempo de reserva de espuma necesario.

Realmente el único motivo por el cual se justifica un sistema de dosificación con proporcionador venturimétrico es el económico, cualquier otro sistema puede sustituir con mayores garantías de funcionamiento a un sistema de espuma con proporcionador venturimétrico. Tal vez, y puestos a ser totalmente justos, la única ventaja de estos sistemas, además de la económica en el momento de su instalación, puede ser su mantenimiento, la simplicidad del sistema hace que su mantenimiento también lo sea.

Evidentemente, donde si tienen plena justificación los proporcionadores venturimétricos, es en el campo de los equipos portátiles o pequeños equipos específicos tales como BIEs y lanzas de espuma para monitores, su reducido tamaño, peso y simplicidad los hacen muy aptos para estas aplicaciones, siendo muy utilizados en equipos de intervención rápida por los bomberos.