Aunque hay que decir que las instalaciones de Protección contra incendios cada vez se hacen mejor, con más conciencia de lo que se diseña, ejecuta y del problema que puede ocasionar un mal diseño o una mala ejecución de la instalación, todavía a día de hoy nos podemos encontrar con estos ejemplos.

La fotografía ilustra un local de restauración, clasificado de pública concurrencia, en el cual se ha instalado para la protección contra incendios tan solo unos simples extintores. Exigiendo la normativa de dichos locales como mínimo la instalación de un sistema de detección de incendios y una red de bies.

Evidentemente no pude entrar en las cocinas, pero si en la zona de acceso al público se habían llevado a cabo unas instalaciones tan simples y económicas, no nos queremos imaginar que se habrá hecho con la extinción de las campanas de cocina o la protección de cuartos de especial riesgo.

Debemos todos insistir y concienciarnos de que las instalaciones de protección contra incendios no son un gasto, sino una inversión en un sistema que puede hacer ahorrar mucho dinero y sobre todo salvar muchas vidas humanas. Ya que un conato de incendio en un local bien protegido se puede quedar tan solo en eso, o por el contrario se puede convertir en un lugar de muerte y destrucción de la actividad que allí se realizaba.