En algunos establecimiento hoteleros ante el inconveniente de que los detectores de humos pueden dar una falsa alarma por el humo de los fumadores, toman la decisión de sustituir los detectores de humos por detectores de temperatura.
Estas malas decisiones provoca el no tener la seguridad mínima exigible en este tipo de establecimiento y poner en peligro la vida de sus clientes. La detección de incendio tiene la función de dar una señal de alarma cuando se inicia un conato de incendio, los detectores de temperatura activan la alarma cuando la habitación del hotel esté en llamas con altas temperaturas.
Este es un claro ejemplo de la poca conciencia social que hay acerca la seguridad de las personas y los inmuebles frente a un incendio, independientemente de la categoría del establecimiento (en este caso se trataba de un precioso hotel de 4 estrellas situado en la localidad de Sitges, Barcelona).
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